Wednesday, March 30, 2011

La grieta que deja pasar a la luz: la liminaridad.

"La mayoría vivimos así; vivimos según un plan preestablecido. Pasamos la juventud educándonos. Luego buscamos un trabajo, conocemos a alguien, nos casamos y tenemos hijos. Compramos una casa, procuramos que nuestro negocio tenga éxito, intentamos realizar sueños, como tener una casa de campo o un segundo automóvil. Nos vamos de vacaciones con nuestras amistades. Hacemos proyectos para la jubilación. Los mayores dilemas que algunos de nosotros hemos de enfrentar son dónde pasar las próximas vacaciones o a quién invitar por Navidad. Nuestra vida es monótona, mezquina y repetitiva, desperdiciada en la persecución de lo banal, porque al parecer no conocemos nada mejor.

Nuestra única finalidad en la vida pronto se convierte en conservarlo todo tan seguro y a salvo como sea posible. Cuando se produce algún cambio, buscamos el remedio más rápido, alguna solución ingeniosa y provisional. Y así, a la deriva, va pasando nuestra vida hasta que una enfermedad grave u otra calamidad nos saca de nuestro estupor" 
  
"La pereza occidental es muy distinta. Consiste en abarrotar nuestra vida de actividades compulsivas a fin de que no quede tiempo para afrontar los verdaderas problemas. Si contemplamos nuestra vida veremos claramente cuántas tareas sin importancia, a las que llamamos «responsabilidades», se acumulan para llenarla. Un maestro las compara a «hacer la limpieza de la casa en sueños». Nos decimos que queremos dedicar tiempo a las cosas importantes de la vida, pero nunca tenemos tiempo. El mero hecho de levantarnos por la mañana supone una multitud de tareas: abrir la ventana, hacer la cama, ducharse, limpiarse los dientes, dar de comer al perro o al gato, fregar los platos de la noche anterior, descubrir que te has quedado sin azúcar o café, salir a comprarlo, preparar el desayuno... Es una lista interminable. Luego hay que buscar la ropa, elegirla, plancharla, volverla a guardar. ¿Y el cabello? ¿Y el maquillaje? Desvalidos, vemos cómo se nos llenan los días de llamadas telefónicas y proyectos triviales, de responsabilidades y responsabilidades... ¿O no deberíamos llamarlas «irresponsabilidades»? Parece que nuestra vida nos vive, que posee su propio impulso imprevisible, que se nos lleva; en último término, nos parece que no tenemos elección ni control sobre ella. Naturalmente, esto a veces nos hace sentir mal, tenemos pesadillas y despertamos sudorosos, preguntándonos: «¿Qué estoy haciendo de mi vida?». Pero nuestros temores sólo duran hasta la hora del desayuno; aparece el maletín y volvemos a estar donde empezamos" (1)

Ese momento en el que pensamos "¿qué estoy haciendo con mi vida?" es lo que los antropólogos llamamos liminaridad o fase liminal. Se trata del período entre uno y otro estado, el limbo durante el cual las personas han abandonado un lugar o estado, pero todavía no han entrado o no se han unido al siguiente. Éste es un espacio liminal, un umbral, un espacio libre donde no sucede nada y que genera incertidumbre, vacío, angustia, ansiedad y hasta silencio.. 

"Las cosmologías son reconfortantes, nos tranquilizan en la vida. Para ello, intentan aniquilar el acontecimiento (lo que puede obstaculizar la buena marcha de la vida individual o colectiva). Claro está, no pueden evitar que de cuando en cuando haya muertes, epidemias, sequías, guerras. Pero en este caso (...) lo conjuramos, nos tranquilizamos, aplicamos el principio de precaución y, si de todas formas se produce es necesario encontrar a los culpables, y no tanto para castigarlos (aunque se exige también eso en ocasiones) cuanto para restablecer el orden quebrantado".(...) para desplegar toda la cadena de causas que explican su aparición y mostrar al mismo tiempo que está controlado, que no volverá a producirse, o en todo caso no en las mismas condiciones". (2)
 
Esto que podría ser interpretado como algo negativo, un espejismo o un comportamiento inmaduro, es en realidad algo positivo. 

La fase liminal es un espacio que posibilita el cambio, donde tenemos la posibilidad de que suceda todo. El sujeto es libre y esta abierto a todas las posibilidades y para ello se necesita la capacidad humana de invención y anticipación. El hombre goza de fantasía e imaginación y de una capacidad innovadora para crear perspectivas y ficciones (de ahí la importancia del arte, de la ficción, de los cuentos...)   

La transición de un estado a otro en la vida comunitaria se realiza a través de lo que se llama "ritos de paso". Estos ritos presentan tres fases: separación, liminaridad y agregación. En la primera, las personas abandonan el grupo y comienzan a pasar de un lugar o status a otro, en la tercera fase, se reintegran a la sociedad,y la mayoría de ellos se centran en la etapa liminar. A pesar de las diferentes pautas de cada cultura, en todas existe un componente de muerte y resurreción del yo individual: “lo que yo soy antes del ritual muere para dar paso a un nuevo ser después o durante el mismo” Algunas tribus de África envolvían al candidato en pieles, como representación del vientre materno, como si volviera a nacer.

Pero no se debe confundir la transgresión y el renacer espiritual con la transgresión material, que es con lo que nos intenta saciar la sociedad capitalista, y donde ya todo se vuelve producto, incluso las nuevas experiencias:

"Los días en que la agricultura dominaba la economía hace tiempo que pasaron. Los de la industria casi han acabado. La vida económica no está ya dirigida primordialmente a la producción. ¿A qué está dirigida entonces? A la distracción. El capitalismo contemporáneo es prodigiosamente productivo, pero el imperativo que lo mueve no es la productividad. Es mantener a raya el aburrimiento. Donde la prosperidad es la regla, la principal amenaza es la falta de deseo. Con las apetencias tan rápidamente saciadas, la economía pronto viene a depender de la manufactura de necesidades cada vez más exóticas. Lo nuevo no es que la prosperidad dependa de estimular la demanda. Es que no pueda continuar sin inventar nuevos vicios. El motor de la economía es un imperativo de perpetua novedad, y su salud ha llegado a depender de la manufactura de la transgresión. El espectro que nos persigue es la superabundancia –no sólo de bienes físicos, sino de experiencias que han palidecido. Las nuevas experiencias se quedan obsoletas antes incluso que los nuevos productos" (3)

 El verdadero cambio en nuestra fase liminal es más profundo, más simbólico,  muy alejado de las perfecciones que nos quieren vender,y para eso hay que mirar para adentro. 

"Pero en un mundo dedicado a la distracción, el silencio y la quietud nos aterrorizan, y nos protegemos de ellos por medio del ruido y las ocupaciones frenéticas. Contemplar la naturaleza de nuestra mente es lo último que nos atreveríamos a hacer. Algunas veces pienso que no queremos plantearnos realmente ninguna pregunta acerca de quiénes somos, por miedo a descubrir que existe otra realidad distinta a ésta. A veces, aunque la puerta de la celda esté abierta de par en par, el preso no quiere escapar." (1)
 Como escribe Leonard Cohen en el libro "Un buscador de la verdad":
No pierdas el tiempo
Pensando en lo que ya pasó
O en lo que aún no ha pasado.
Tañe las campanas que aún pueden repicar,
Olvídate de tu ofrecimiento perfecto;
Todo tiene una grieta:
Así es como entra la luz.



 (1) El libro tibetano de la vida y la muerte- Sogyal Rimpoché.
 (2) ¿Por qué vivimos? Marc Augé.
 (3) Perros de Paja- John Gray.










Thursday, March 24, 2011

La sociedad tribal: Libia

En antropología, la sociedad trival es un tema más que conocido, así que vista la controversia del concepto en las noticias sobre el conflicto en Libia, quizás sea de interés desempolvar los apuntes... Parece que la hegemonía de los modelos políticos de los estados modernos no ha hecho desaparecer esta forma de organización.Otro ejemplo más de la importancia de la antropología ;) 

 Las tribus son grupos de familias y de descendencia (linajes) asociados a territorios controlados por los miembros de esos grupos y por sus formas políticas de organización basadas en grupos de linajes conocidos como clanes, y en algunos casos, confederaciones tribales.

Y en el caso de Libia, de donde vienen?

La vastedad de su paisaje desértico atrajo a miles de personas a ubicarse en varias coordenadas. Por su inmenso territorio y numerosos caravanserais (o khans) atravesaban las luengas caravanas repletas de mercancías, de un lado al otro del norte de África, una ruta que en varios puntos conecta a esa región con Europa y con la entrada al Oriente Medio. En algún momento ha sido tierra ocupada por los bereberes, los tuaregs, los siaans, los tebous y deseada por los egipcios y los romanos. Fue también el oscuro objeto del deseo de los turcos, bajo el Imperio Otomano, quienes impusieron, ley, orden y religión (la orden de los Sanusi), bajo el amparo del Islam. La vida comercial florecía en el siglo XIX, pues la región oeste y su centro urbano, Tripolitania, se convirtió en el corazón del comercio trans-Sahariano, hasta el punto que muchos pueblos abandonaron el modo de vida pastoral-nómada para integrar la agricultura y el comercio a sus formas de actividad económica.
Todo iba de maravillas hasta que se dio la revuelta de los jóvenes turcos en 1908 (movimiento reformista y nacionalista en contra del sultán Abdul Hamid II), seguida de la guerra entre Italia y el Imperio Otomano. El territorio fue escenario de luchas entre los pueblos del norte de África, los turcos, los italianos, los franceses y los ingleses, por el control de tan importante bastión geopolítico. La ocupación italiana de Cirenaica (al este del territorio) fue devastadora. El fascismo hizo mella y destruyó la economía agrícola y comercial. Muchos pueblos regresaron a sus raíces nómadas, y quien sabe, si a su relación tribal con el territorio. Esta parte de la historia terminó con la intervención de las Naciones Unidas dirigida a otorgar a este territorio, Libia, su independencia en 1951 y la imposición de un rey: Idris. Libia era entonces el país más pobre del mundo, con un alto porcentaje de analfabetismo.

Idris montó su quiosco, y creó una burocracia estatal basada en las familias afines a la suya, es decir, a su tribu. Por medio del nepotismo y el reclutamiento y matrimonio entre miembros de esas familias y tribus, Idris desarrolló un sistema cerrado de gobierno que se enriqueció con la corrupción, los favores, y las prebendas, en un país que empezaba a ser próspero gracias al petróleo que recién habían descubierto. Libia tenía un estado, basado en la fuerza de unas tribus dominantes y con el auxilio de algunos grupos tribales solidarios. El resto de las tribus estaba al margen del poder, y de los beneficios económicos del nuevo estado. El descontento era evidente y en ocasiones se enfrentaron al poder.
En 1969 Idris enfrentó la peor crisis política de su reinado, cuando Mu’ammar al-Gadafi dio un golpe de estado con los militares y depuso a Idris. 

Gadafi, con una orientación socialista, fue un importante pensador sobre las tribus y su rol en la formación de los estados y sociedades socialistas. Desde una perspectiva marxista, comenzó a explicar la importancia de la tribu, como la esencia del comunismo, y de cómo debían ser integrados al nuevo sistema político civil. Gadafi, como Idris, antes que él, y como los turcos, tuvieron serias dificultades en absorber e integrar a las tribus.


En su famoso Libro Verde Gaddafi señala: “Desde el momento en que la tribu es una familia en sentido amplio, ofrece a sus miembros los mismos y amplios beneficios materiales y ventajas sociales que la familia proporciona a sus integrantes; pues la tribu es una familia de otro orden. Pero debemos poner de relieve que -en el contexto de la tribu- un individuo puede permitirse un comportamiento zafio, que no tendría en el seno de su propia familia. Sin embargo, a causa de la dimensión menor de la familia, no hay una supervisión inmediata (del comportamiento personal), mientras que en la tribu todos sus miembros se sienten siempre bajo supervisión de los demás. Tras estas consideraciones, (está claro que) es la tribu quien conforma las pautas de comportamiento de sus integrantes, desarrollando un tipo de educación social más noble que la de cualquier institución educativa. La tribu es la escuela social en la que todos crecen absorbiendo los altos ideales que terminan estableciendo el modelo de comportamiento vital. La tribu es un “paraguas” social natural para la propia seguridad. En virtud de las tradiciones sociales tribales, la tribu provee protección colectiva en forma de ajuste, venganza y defensa; es decir, en forma de protección social. La sangre es el primer factor de formación de la tribu, pero no es el único. La adscripción es también un factor de formación tribal. Con el paso del tiempo, las diferencias en los factores de adscripción y sangre se diluyen, dejando a la tribu como una unidad física y social única, que permanece -pese a todo- como unidad originaria por (sus vínculos de) sangre”. Según esa idea, la concepción marxista de clase está siempre solapada por una pertenencia tribal inevitable.

Para ello ideó las asambleas tribales (Yamahiriah), que decidían sobre los asuntos públicos, excepto sobre aquellos relacionados a la milicia y a los ingresos del petróleo, las dos áreas de control del gobierno de Gadafi. 

Hanspeter Mattes, del Instituto Alemán de Estudios Globales, experto en Libia, es preciso: “La llegada al poder de Muammar Gaddafi en 1969 devino en una alianza de la tribu del propio Gaddafi (los Qadhadhifa) con los Warfalla y los Maqarha, que obtuvieron puestos clave en las fuerzas armadas, la policía y los servicios de inteligencia. De este modo se aseguraron su control. (...) los Warfalla se han opuesto al duro tratamiento dado por Gaddafi a sus opositores. Así se han distanciado de la tribu de Gaddafi. La tribu Warfalla puede permitírselo porque son poderosos. Para las tribus más pequeñas esa opción era más difícil”. Libia, recuerda Mattes, carece de constitución alguna desde 1977, así que no hay marco legal de referencia y todo acuerdo nuevo tiene que basarse en las estructuras verdaderamente existentes: las tribus.

En base a esto, el analista libio Mahamoud al Nakou dice en The Guardian (domingo 27 de febrero) “La táctica de Gaddafi ha sido jugar la carta tribal. En un par de sus últimos discursos, prometió a varias tribus riquezas y tierras, bajo el viejo principio de divide y vencerás. No faltan los comentaristas que cometen el error de creer que Libia es una sociedad tribal. No lo es. Sólo necesitamos mirar hacia esta revolución en la que nadie enarbola la separación o se aparta de esa juventud libia que lidera al pueblo en su marcha hacia una Libia libre”.Se refiere a los rebeldes que atraviesan las grietas de lo tribal, ya que su educación en Europa y Estados Unidos los aleja del esquema tradicional de las tribus libias.
Desde luego la renta per cápita en Libia es la más alta entre los países árabes afectados por la reciente ola de revueltas, con excepción de Bahrein, ¿pero cuál ha sido y es el reparto efectivo?

Así que no hay que equivocarse con las salidas surrealistas de Gddafi o su reciente provocación con el paraguas: no ha perdido la cabeza. No va dirigido a nosotros, sino al orgullo tradicional libio. La revuelta social , los intereses de las compañías petrolíferas, la intromisión de las potencias extranjeras, no desaparecen; pero en el escenario libio tienen necesariamente que atravesar el filtro tribal. Las ideologías se desarrollan en función de su arraigo en uno u otro clan. Los jefes tribales tienen una influencia cierta en atizar la guerra civil o negociar un acuerdo de paz. Su posición política real, en su calidad de jefes de clan, no se evapora porque a nuestra mentalidad “europea” le cueste ver la realidad a través de ese prisma. 



Extraido de:


El fin de la cultura capitalista: Jose Luis Sampedro.

"Esta cultura capitalista de cinco siglos ha agotado ya sus posibilidades"

José Luis Sampedro. Escritor y Economista. Cree que el mundo está en la era del desconcierto y que va hacia otro modelo. La única salida es la educación y el pensamiento.

 

 ¿Cómo está viendo la tragedia de Japón?


Desde luego como una catástrofe espantosa y como una amenaza extraordinaria. Si sucediera una explosión estilo Chernóbil, alcanzando a Tokio la radiactividad, sería horrible. Lo que ha ocurrido en Fukushima es el resultado de un exceso de confianza en el ser humano. Soy de los que hace años pensábamos que el desarrollo sostenible es mentira, que lo que llevamos adelante es insostenible. 

¿Por qué seguimos adelante?

Porque los dirigentes están inspirados en dos ideas: una, la potencia extraordinaria de la técnica. La técnica ha logrado resultados tan fabulosos, que parecería que podría conseguir lo que quisiera. Y se piensa que ocurra lo que ocurra la técnica lo resolverá y que si se agota el petróleo, la técnica sacará, como pensaba Franco, oro del granito del Escorial. La otra idea es que la religión nos dice que los humanos tenemos un alma inmortal, que, como dice la Iglesia católica, el hombre es casi divino porque Dios lo hizo a su imagen y semejanza. Animado por esa esperanza inmaterial y por una técnica se cree que se puede hacer lo que quiere.

¿Nos hemos creído más de lo que somos?

Nos creemos dioses y hacemos lo que no podemos hacer, y que si fuésemos racionales no necesitaríamos hacer. Desde los tiempos de Grecia la humanidad ha progresado técnicamente de una manera fabulosa, pero no hemos aprendido a vivir en paz, a convivir, a no matar al vecino. Las palabras favoritas de esta cultura son productividad, innovación y competitividad. Somos muy poderosos en técnica y muy ignorantes y faltos de sabiduría. El exceso de ciencia no está compensado por la manera de usarla. 

¿El progreso nos ha dejado sin control?

Progreso es una palabra que implica un fin, un objetivo, como en un viaje. ¡Pero aquí no saben dónde van! No sólo no saben dónde van, lo malo es que ni siquiera saben dónde quieren ir. Sarkozy, Berlusconi y otros que prefiero no nombrar en castellano y en inglés no saben lo que quieren. Vivir en paz es un objetivo, pero para eso deben educarnos y estamos haciendo todo lo contrario. 

¿Ante esta catástrofe nos haremos más humanos?

Ojalá sirviera al menos para eso, pero me temo que no, porque estamos muy mal dirigidos. Además, se nos enseña muy mal. La solución a largo plazo de todo es la educación, la preparación de los seres humanos. Ahí sí tendríamos que hacer progreso y desarrollo. Lo primero es que la gente razone y piense por su cuenta. Nos están educando al revés, nos educan para producir y consumir. Nadie nos prepara para ser más humanos, para ser mejores. Dicen que no hay alternativa a este desarrollo, cómo que no: ser mejores en vez de tener más cosas. La alternativa es educar para ser mejores.

Creo que eso no aparece en ningún plan de estudio.

Verá, la mayoría de las personas no llegamos a ser lo que podríamos ser. Porque el desarrollo no es ser tanto o mejor que los otros, sino todo lo que uno pueda llegar a ser. Casi nadie, yo el primero, llega a todo lo que pueda ser. Todavía soy aprendiz de mí mismo. Ojalá nos hiciera más humanos esta catástrofe, para sabernos miembros de la naturaleza y no dioses.

¿Están preparadas las universidades a ello?

Esto que se acaba de implantar, la universidad con salsa boloñesa, es la muerte de la universidad. La universidad era un templo de sabiduría. Esto que hacen ahora es una escuela politécnica. Han dado la universidad a los financieros y los financieros lo que quieren es ganar dinero. Eso implica que lo que se enseña es saber hacer cosas, pero no saber cómo son las cosas.

Hemos pasado a hablar de la cultura como producto, legitimada por su aportación al PIB. Otras virtudes como la verdad o la belleza han dejado de ser importantes. ¿Qué le parece?

A eso se responde de una manera: el PIB no es la medida del bienestar.

¿Por qué han cambiado las reivindicaciones y ahora se prioriza la defensa de la libertad al fin de las injusticias?

Siempre que se use la palabra libertad hay que pensar para quién. La libertad para el pobre quiere decir que no me opriman. Pero la libertad para el rico es que me dejen las manos libres, que yo haré lo que me dé la gana y entonces explotaré a quien haga falta. Cuando me hablan de libertad recuerdo siempre el lema de la revolución francesa. Le voy a contar algo que explicaba en clase hace años: la libertad vuela como las cometas. Vuela porque está atada. Usted coja una cometa y láncela, no vuela. Pero átela una cuerda y entonces resistirá al viento y subirá. Cuál es la cuerda de la cometa de la libertad: la igualdad y la fraternidad. Es decir, la libertad responsable frente a los demás.

¿Por qué no interesan las injusticias?

Porque se han degradado los valores. Al declarar que todo es mercancía, que todo es dinero, que el PIB y la cultura son dinero... ¿Qué es la corrupción generalizada? Simplemente que hay hombres en venta y otros dispuestos a comprarlos. ¿Hay mayor degradación que esto? Hoy no se respeta nada: hay altos cargos jactándose de ser imputados y pensando que la gente cree que es un tío grande porque no lo para nadie. ¿Cómo puede ser un político imputado un ciudadano modelo?

José Saramago decía que el capitalismo nos había adocenado.

Claro, y qué razón tenía. La democracia no es el gobierno del pueblo en ningún sitio. ¿Qué se vota? Lo que nos hacen que votemos. En la infancia, llega un cura y mete en la cabeza dogmas. Eso empieza a condicionar el pensamiento y el pensamiento debe ser libre, más que la libertad de expresión. Si con la libertad de expresión lo que expresa es lo que le dicen que diga, no interesa. Lo que importa es lo que pensamos.

¿Necesitamos una revolución más que nunca?

Lo que necesitamos es reeducarnos. Puede que catástrofes como la nuclear induzcan a pensar que lo que estamos haciendo no está bien. Se censura a los jóvenes porque no tienen sentido político. No es que pasen, es que quieren otra cosa. Mire usted, que cambiaremos es seguro. Otro mundo es seguro, la Historia es cambio. Ahora mismo pasamos por un momento que yo llamo de barbarie porque se han degradado todos esos valores que comentamos. Es una etapa de desconcierto hacia otro modelo distinto. Esta cultura capitalista de cinco siglos ha agotado ya sus posibilidades.

¿Tiene claras cuáles son las conclusiones de esta crisis?

Le contestaría con una sola palabra: entropía. Todo lo que nace muere. Cuando nacemos empezamos a morir. Yo llevo 94 años viviendo, es decir, 94 años muriéndome. Es un proceso vital. Todos los imperios anteriores entraron en decadencia. ¿Qué duró el imperio español, cuánto el auge francés, qué queda del imperio británico, cuánto ha durado el imperio norteamericano? Ya se ha acabado: EEUU no domina como en 1945. Tiene un Ejército más fuerte, pero no es el amo del mundo. Ahora tiene en frente a China, Brasil y Rusia.

¿Qué perspectivas hay?

El matemático Poincaré decía: "El caos es un orden que no conocemos". Pues ahora estamos en un orden que no conocemos. ¿Y qué perspectivas hay? Pues el próximo orden. ¿Cómo será? No lo sé. Tengo mis ideas, pero no lo sé.

Maravilloso.

¿El orden?

No, usted.

Extraido de:  http://www.publico.es

Sunday, March 20, 2011

El tercer género o queer: el biocentrismo.

"Nosotros, a diferencia de la sociedad blanca, no desperdiciamos gente. Cada persona tiene un don". 
Joe Medicine Crow, indio Crow.



"El capitalismo y el patriarcado de nuestra cultura occidental actual nos deja un esquema de género y prácticas y normas culturales muy estrechas. En nuestra sociedad que se autoproclama "moderna y liberal", sólo hay dos géneros, éstos son inviolables y están determinados por los genitales."
Marvin Harris, antropólogo.




El término «sexo» se reserva para la descripción de la diferencia biológica y no determina necesariamente los comportamientos.

El término «género» designa lo que en cada sociedad se atribuye a cada uno de los sexos; es decir, lo que como construcción social se considera masculino o femenino.

Ésto que parece tan fácil de comprender se torna más complejo cuando a los dos términos se les impregna de cultura, que es lo que mejor sabemos hacer los humanos. Al leer "sexo" o "género" nos viene a la cabeza "hombre/mujer" y "masculino/femenino", y si nos aparece la idea de la homosexualidad, no estamos seguros de donde clasificarla. La verdad esque existen muchos más tipos de género que lo que nos parece "normal" en nuestra sociedad. Incluso mucho más tipos de sexo. Viendo unos cuantos ejemplos, nos daremos cuenta de la estrechez de miras que tenemos en nuestra cultura occidental, patriarcal y capitalista:

Los navajos reconocen tres sexos físicos: hermafroditas, varones, y mujeres, y al menos tres status de género: varones, mujeres y nadle. A los nadle se les asigna esta posición sobre la base de sus genitales ambigüos, y sus parejas sexuales podían ser con mujeres u hombres. También existen falsos nadle, al que se reconoce como nadle, pero cuyos genitales no son hermafrodíticos. Así, la homosexualidad, que se define como rela­ciones entre personas del mismo sexo, no se permite. Si el del nadle es un status de tercer sexo, enton­ces el término homosexual carece de sentido.

Lo mismo ocurre con los hijra de la India. Los hijra son un tercer género reconocido, formado idealmente por varones hermafroditas impotentes que se someten a una emasculación quirúrgica ritualizada por la que se extirpan los genitales. Puede ser semejante a la del nadle en el sentido de que también proporciona oportunidades a los «falsos», a los no hermafroditas. 

La forma local del mahu polinesio era un status de tercer género. Aun cuando el mahu realiza actividades laborales que se consideran tradicionalmente trabajos de mujeres, en Tahití ya no se visten de mujer. Aunque se considera que los mahu son «naturales», no tienen porqué ocupar el status de mahu durante toda su vida. Además, una persona puede tener aspecto de mahu sin serlo (como aquí diríamos que tiene "gestos femeninos"), y las relaciones sexuales con hombres se consideran una con­secuencia opcional.

Los guevedoce (‘los testículos a las doce’, o sea arriba) en Santo Domingo, eran al nacer genitalmente ambigüos producto de las relaciones sexuales entre parien­tes próximos. Se los criaba como muchachas hasta la pubertad, cuando se producía una radical virilización debido a una deficiencia en una enzima, su identidad de género cambiaba, su conducta se hacía masculina, y tomaban mujeres como objeto sexual. El mismo fenómeno es conocido como kwolu-aatmwol entre los sambia de Papúa Nueva Guinea. (Hay una película argentina sobre este caso:



Entre los chukchee, habitantes de la costa ártica, existían unas prácticas de chamanismo, mediante las cuales se dice que hombres y mujeres podían cambiar de sexo. Había varios niveles de transformación; en el primer nivel, la persona que había de convertirse en mujer se arreglaba el pelo en forma femenina. En el segundo, se vestían con ropas femeninas. Finalmente el cuerpo se transformaba, según ellas, si no en su apariencia externa, sí al menos en sus facultades y fuerza física. Él se convertía en mujer con apariencia de hombre. Al cabo de cierto tiempo tomaba esposo. La esposa se hacía cargo de la casa. Según la leyenda, algunas llegaban a adquirir órganos de mujer

Los xanith omaníes es una opción de tercer género. El xanith no se traviste, sino que se ciñe la túnica masculina como las mujeres se ciñen su vestido. Este status de género tiene un componente económico en términos de prostitución homosexual, como un género salvavidas para hombres que pasan por una mala racha económica.Un xanith puede despojarse de su status y puede recuperar su posición de varón, incluidos el matrimonio y la familia y no padecerá estigmas negativos al reasumir su posición de varón. 

Entre los indios norteamericanos, cuando el hombre no reforzaba su estatus de género con las esenciales actividades masculinas de la caza y de la guerra y se contradecía por las tareas femeninas, la nueva identidad que surgía era la de «medio hombre, medio mujer» del berdache (personaje dos-espíritus). En este caso, los genitales no son las insignias fundamen­tales del género,  sino su interés y libre elección que potenciará de mejor manera su desarrollo personal.  
El primer paso de un "doble espíritu" se daba durante la infancia. En el ritual de los indios papago, si los padres notaban que su hijo no estaba demasiado interesado en los juegos de niños o en las actividades de hombres, organizaban una ceremonia para determinar cómo debían criarlo. Hacían una cerca, en cuyo centro colocaban un arco (instrumento de hombres) y una cesta (de mujeres). Se decía al niño que se metiese en el cercado y que sacase algo y, cuando entraba, se prendía fuego a la cerca. "Miraban lo que llevaba consigo al salir, y si era la cesta, se asumía que era un berdache". El ritual de los indios mojaves era diferente: se preparaba un círculo de cantantes y se llevaba al niño al centro del círculo. Si el niño estaba llamado a seguir el camino de los dobles espíritus, empezaba a bailar como una mujer. Los mojaves decían "No puede evitarlo". Tras la cuarta canción, se proclamaba al chico persona de doble espíritu y, desde ese momento, se le criaba adecuadamente, conforme a esa condición. ¿Qué significaba "adecuadamente"? Se trataba de enseñar al muchacho a hacer los trabajos de las mujeres así como aquellos reservados a los hombres. También debía pasar tiempo con los sanadores o chamanes, que también solían ser dobles espíritus. Por encima de todo, su niñez estaba marcada por la aceptación y la comprensión.

Los pokot de Kenya reconocen la existencia de dos sexos, hombres y mujeres, y de un tercer género denominado “sererr”, que no es considerado propia del macho ni de la hembra debido a su desarrollo genital incompleto. «Un sererr no puede ser una persona de verdad. Para ser un verdadero pokot hay que ser muy hábil en el sexo. O se hace bien el sexo o no se puede tener buena opinión de sí mismo y nadie pensará bien de uno.»

Los piegan septentrionales forman una cultura dispar con un acentuado rol sexual en el que los hombres son agresivos mientras que las mujeres son sumisas. Las "corazones de hombre" son mujeres «macho» caracterizadas por agresión, independencia, audacia y descaro, y sexualidad, todos ellos rasgos asociados a la conducta de rol masculino.

Entre los isleños de las Marquesas, se ha descrito a la vehine mako o mujer tiburón. La mujer tiburón se caracteriza por una sexualidad agresiva y vigorosa. El rasgo definidor de la vehine mako es que toma la iniciativa en la relación sexual heterosexual, actividad relegada al ámbito masculino/de los hom­bres.

En Filipinas hay una serie de identidades sexuales/«géneros» que incluyen bakla (tagalo), bayot (cebuano), agi (ilongo), bantut (tausug), binabae, bading... Las mujeres son llamadas lakin-on o tomboy. Las  vírgenes juradas en los balkanes son las mujeres que trabajan y visten como hombres y emplean espacios reservados para los hombres, pero no se casan. En Etiopía meridional: ashtime de la cultura maale. En Kenia: mashoga de las áreas que hablan suahelí de la costa keniana, particularmente en Mombasa. En República Democrática del Congo: mangaiko entre los mbo. En la población zapoteca, en Oaxaca, México, se les llama muxes ('mushes') a los varones travestidos que asumen roles femeninos en la comunidad. En Indonesia, en pueblos como los Bugi de Sulawesi, tienen hasta cinco géneros cumpliendo diversas funciones en la sociedad.

Todos estos ejemplos resaltan nuestra perspectiva biocéntrica occidental, cuando el sexo (los genitales, los cromosomas, el funcionamiento endocrino, y las estrategias reproductivas) son antecedentes de la conducta de género. 
En nuestra sociedad, el género, las conductas culturales, las normas de lo que debería ser y lo que no... son una característica adscrita en base al sexo y la biología. No cabe otro género y menos otro sexo.

Así mismo, pone en relieve que el capitalismo y el patriarcado de nuestra cultura occidental actual nos deja un esquema de género y prácticas y normas culturales muy estrechas, donde los significados que asignamos a pequeñas insignias como los adornos o los músculos definen ya de facto el género e incluso el sexo. Parece ser que en nuestra sociedad que se autoproclama "moderna y liberal", los grandes cambios en lo social, lo económico, y lo político son estrechamente limitados en tres ideas inamovibles: sólo hay dos géneros, éstos son inviolables y están determinados por los genitales. 


 

Cuando Gauguin llegó a Tahití, por primera vez, en junio de 1891, llevaba una cabellera que le barría los hombros y un coqueto tocado. Los indígenas de Papeete, sorprendidos, lo creyeron un mahu, término prohibido por los colonos y los misioneros.

Fuentes:
http://www.antropokrisis.es/contextoculturalypracticasdegenero.html
La transversalidad de género. Contexto cultural y prácticas de género. Anne Bolin.
Marvin Harris "Nuestra especie"

Monday, March 14, 2011

Cuidando la vida: la homosexualidad.

"Lo que nos dicen los casos etnográficos es que es precisamente la variedad de comportamientos sexuales la que predomina. Es solo el etnocentrismo y la penosa amplitud de miras de nuestra sociedad la que impide ver en este tipo de comportamientos algo totalmente natural y hasta común en la especie humana."
Marvin Harris, antropólogo.







Los Azande de Sudán meridional tenían un ejército permanente formado por guerreros y jóvenes aprendices. Los guerreros vivían durante el periodo de formación en el campamento militar donde tenían relaciones con sus aprendices por la noche (la relación preferida consistía en introducir el pene entre los muslos del muchacho joven). Al madurar, estos guerreros abandonaban el campamento, pagaban el precio de una novia y dejaban a sus muchachos-novias para casarse y tener hijos con su esposa, a la vez que los aprendices tomaban otro muchacho joven al que enseñaban las artes bélicas y con los que tenían relaciones sexuales.
En las tierras altas de Papúa Nueva Guinea las relaciones homosexuales de chicos jóvenes también forman parte de un complejo y prolongado rito de paso que convierte a los niños en varones y fornidos guerreros. Existe la creencia en esta sociedad de que es el semen el que hace de los hombres precisamente eso, hombres, y cuanto más se posea, mejor guerrero y más varonil será. Y la mejor forma de obtener este preciado elemento es tragando el de otros hombres y guerreros de mayor categoría a través de una felación. Además, como ejemplo del valor que le dan al semen en esta sociedad, los hombres se cuidan mucho de limitar sus relaciones matrimoniales para no “malgastar” o dar demasiado semen a su mujer, ya que, según se cree, esta podría adoptar los caracteres propios de los hombres. 
Según explica el propio Platón, los griegos pensaban que las relaciones sexuales con las mujeres llevaba únicamente a la reproducción, mientras que hacerlo entre hombres conducía a la procreación de la vida espiritual. Por este motivo, raro era el filósofo griego que no tenía un joven aprendiz al que enseñaba conocimientos teóricos...y otros de tipo más mundano. Las relaciones sexuales en Grecia no se dividían en torno al sexo biológico de los individuos que lo practicaban, sino que se organizaban en torno a una serie de comportamientos sociales, relacionados con la edad, el prestigio social y el género.
Otro caso de relaciones homosexuales femeninas se registró durante los últimos años del siglo XIX y principios del XX en China. Allí, en los campos de explotación de la seda, trabajaban 100.000 mujeres, en su gran mayoría solteras. Estas mujeres decidieron crear hermandades formadas por ellas mismas con el fin de darse apoyo tanto económico como sentimental, llegando a formar matrimonios lésbicos de dos o incluso tres mujeres. Se llamaban la Sociedad de la Orqu'idea de Oro.
Otro contexto en el que se mantienen relaciones lésbicas parecen ser las sociedades donde existe el matrimonio poligínico. En muchas sociedades de este tipo situadas en África como los nupe, haussa, azande o los nyakusa, se han documentado numerosos casos donde las coesposas de un mismo marido mantienen relaciones lésbicas entre ellas. Se conoce el caso de la sociedad Dahomey, situada en África occidental, donde las mujeres «se casan» con mujeres. Esto es posible porque una mujer, que por lo general ya está casada con un hombre, paga el precio de la novia, y se convierte, así, en un «marido femenino». Funda una familia propia permitiendo que sus «esposas» queden embarazadas mediante relaciones con varones asignados. La prole de estas uniones está bajo el control del «padre femenino» en lugar del de los genitores biológicos. También entre los Nandi, una sociedad pastoril y agrícola de Kenia, alrededor del 3% de los matrimonios lo son entre mujeres.

La película "Fuego" de la directora Deepa Mehta hace pensar en las muchas relaciones lésbicas prohibidas y silenciadas por el sistema patriarcal:



Por lo tanto, lo que nos dicen los casos etnográficos es que es precisamente la variedad de comportamientos sexuales la que predomina. De hecho podría decirse que es sólo con la llegada de la sociedad occidental que la conducta sexual adopta un significado tan restrictivo y categórico. Y es solo el etnocentrismo y la penosa amplitud de miras de nuestra sociedad la que impide ver en este tipo de comportamientos algo totalmente natural y hasta común en la especie humana.

El ser humano ha hecho de las relaciones sexuales algo diferente a la mera reproducción biológica. La American Psychological Association añade que “no hay un consenso entre los científicos acerca de las razones exactas por las que una persona desarrolla una orientación sexual. Aunque ha habido mucha investigación que examina las posibles causas genéticas, hormonales, sociales y culturales. No ha habido evidencia que permita concluir que la orientación sexual sea determinada por un solo factor”.

Según Rosa Catalá, experta en temas de género: "Son las mismas funciones de cuidado y de preservación, asegurando de esta forma que la vida continúe con sentido. Los homínidos no solo somos reproductores, de forma imprescindible somos también productores y cuidadores de vida"


¿Y quienes son realmente los que tienen que salir del armario?
 Los perros del conquistador Balboa atacan a indios "sodomitas" en Panamá

Casos etnográficos de Marvin Harris “Nuestra Especie”.

Tuesday, March 8, 2011

Cómo mantener tu identidad y no morir en el intento: Los Otavalo

“No tengo que ponerme alpargatas, pantalón y camisa blanca para que me reconozcas como indígena, yo sé quien soy… y es suficiente”

Los conocemos como “top manteros”, comerciantes generalmente de sacos, guantes, bufandas, gorros de lana, ropa.... Productos que suelen ser decorados con bordados de la región andina como llamas y con figuras geométricas y colores. Uno les reconoce por su fisonomía, por su manera de vestir, por que hablan entre ellos en una lengua que uno no entiende; además, por su peculiar mercancía.

Pero los Otavalo o Indios Otavaleños tienen una larga tradición de comerciantes, artistas y artesanos; antigüamente a los mercaderes se los denominaba « mindaláes ». Desarrollaban su actividad bajo el control cacical y estaban sujetos al pago de tributos en oro, mantas y chaquira de hueso blanco. Así pues, constituían una elite especializada en el comercio e intercambio.
Entre ellos hablan lengua Kichua (y no “ecuatoriano”, como he oído por ahí). A los niños les enseñan el castellano y ellos aprenden “solitos” la lengua Kichua, escuchando a los grandes.

Son migrantes constantes, tanto dentro del territorio ecuatoriano como en el mundo entero,  y aún así, sorprendentemente, mantienen su identidad pese a estar fuera de su tierra y hacer sus negocios dentro de este sistema capitalista. Han sabido conservar, a pesar de su intensa relación con el mundo occidental, sus particularidades. ¿Cómo lo han hecho?

El pueblo Quichua-Otavalo pese a que muchas veces ha sido visto como un pueblo que se ha banalizado y ha caído en la trampa del mercado capitalista, aún tiene otras formas de sistemas económicos: intercambio, reciprocidad y redistribución. Una de las estructuras mediante la cual funciona la economía es el sistema del “don-contradon", que son formas de "devolver" un obsequio recibido en ocasiones como las construcciones de viviendas, los bautizos, los matrimonios, los difuntos, etc.

Aunque su éxito más bien radica en que el hecho de viajar, aparte de haberse convertido en un medio para mejorar económicamente las condiciones de vida (no sólo para los que vienen y van o los que se han quedado fuera, sino para los que nunca han salido), se ha constituido en un referente de identidad étnica y cultural que destaca la diferencia entre ‘nosotros’ y los ‘otros’. Un valor que da al individuo reconocimiento, honor prestigio y status, otorgados por la colectividad. Ello depende de los puntos de llegada, así como de que al momento del retorno pueda mostrar los éxitos logrados como comerciante. Así, han sabido encontrar los mecanismos más flexibles para anexar lo global a sus propias prácticas: en la actualidad los jóvenes kichwa-otavalos comerciantes y viajeros, hacen constante referencia a la tradición cultural mindala. Muchos de ellos tuvieron y tienen padres y abuelos que viajaron por el mundo vendiendo y comprando por lo que coinciden en decir que el viajar para ellos es una “forma de vivir, una cosa que la llevan en la sangre.

Es por eso que la redefinición, autodeterminación y la aceptación de sí mismos, de su identidad, es la base de su éxito. Su identidad como indígenas se construye de su experiencia en el mundo práctico y real , y así se desplaza en el espacio sin dejar de ser y estar en su mundo, y se desplaza así mismo en el tiempo, entre su pasado, sus tradiciones, y su futuro y el futuro de las demás culturas.

Como dice Lucila Lema, académica otavalo (vale aclarar que los otavalo no son sólo comerciantes y viajeros, entre ellos se encuentran asimismo destacados lideres políticos, artistas, profesionales, académicos, etc) “La modernidad excluye todo lo que no encuadre dentro de su racionalidad, están negados los sueños, los misterios, la naturaleza, inclusive las culturas. Las oposiciones global/local, moderno/tradicional, sagrado/secular, culto/popular, son oposiciones no válidas ni complementarias, son tiempos y espacios que deben ser uniformizados, bajo el eje de la cultura occidental dominante.

Sin embargo, muchas son las culturas que han trascendido estas oposiciones y se han globalizado, dando lugar al complejo de las culturas transnacionales, que paradójicamente han traído al mundo urbano, por definición escenario de la modernidad, las diferencias, lo heterogéneo, la diversidad cultural. Los Quichua-Otavalo por su herencia de comerciantes, artistas y artesanos, más que otros pueblos y nacionalidades indígenas están dentro de esta tendencia”



Maldonado, Gina. Pasado y presente de los mindalaes y emigrantes otavalos (Dossier). En: Íconos: revista de ciencias sociales. Los claroscuros de la migración, Quito: FLACSO sede Ecuador, (no. 14, agosto 2002): pp. 46-55. ISSN: 1390-1249.

Los rituales de la cotidianidad. Lucila Lema Otavalo
Tomado de la Revista Yachaikuna (marzo de 2001)http://icci.nativeweb.org/yachaikuna/1/lema.pdf

Sunday, March 6, 2011

Chiste!

Wednesday, March 2, 2011

Mi economía no es tu econotuya: los cazadores-recolectores.

"El sistema industrial y de mercado instituye la pobreza de una manera que no tiene parangón alguno y en un grado que hasta nuestros días no se había alcanzado ni aproximadamente. Donde la producción y la distribución se rigen por el comportamiento de los precios, y toda la subsistencia depende de la ganancia y del gasto, la insuficiencia de recursos naturales se convierte en el claro y calculable punto de partida de toda la actividad económica. El capitalista se ve enfrentado a posibles inversiones de un capital finito, el trabajador (es de esperar) a opciones alternativas de empleo remunerado, y el consumidor... el consumo es una tragedia doble: lo que comienza en la inadecuación terminará en la privación. Reuniendo la producción de la división internacional del trabajo, el mercado pone a disposición de los consumidores un deslumbrante conjunto de productos: todas las cosas deseables al alcance del hombre, pero nunca enteramente al alcance de su mano. Lo que es peor, en este juego de libre elección del consumidor, cada adquisición es al mismo tiempo una privación, porque cada vez que se compra algo se deja de lado otra cosa, en general poco menos deseable, e incluso más deseable en otros aspectos, que podríamos haber tenido en lugar de la otra. (El hecho es que si compramos un automóvil, un Plymonuth por ejemplo, no podemos tener también un Ford, y a juzgar por las propagandas que aparecen en la televisión, las privaciones que ello traería aparejadas no serían sólo de índole material) La escasez es el juicio dictado por nuestra economía.


La predisposición antropológica a exagerar la ineficiencia económica de los cazadores aparece también de manera notoria bajo la forma de odiosas comparaciones con las economías neolíticas. Los cazadores, como Lowie afirma claramente, «deben trabajar mucho más para subsistir que los labradores y los pastores». «Un hombre que pasa toda su vida persiguiendo a los animales con el solo objeto de matarlos para comerlos, o recolectando frutos por el bosque, vive en realidad como si él mismo fuera un animal».Así degradados los cazadores, la antropología se sintió libre para ensalzar el gran salto hacia adelante del Neolítico: un adelanto tecnológico importantísimo que trajo aparejada una «posibilidad general de ocio al dejar de lado la consecución de comida como único fin»

En términos generales los nativos viven bien; en algunas regiones puede haber insuficiencia de alimentos durante estaciones especiales, pero si eso sucede, esas zonas quedan desiertas durante ese tiempo. Sin embargo, resulta imposible de todo punto para un viajero o aun para un nativo forastero juzgar si una región proporciona o no alimentos en abundancia... Pero en su propia región un nativo se encuentra en situación totalmente distinta: sabe con exactitud lo que produce, conoce la época de recolección de los distintos artículos y el modo más eficaz para proporcionárselos. De acuerdo con estas circunstancias regula sus visitas a las diferentes regiones de su terreno de caza; y sólo puedo decir que siempre he encontrado la mayor abundancia en sus chozas. El medio natural de otros fue alterado selectivamente por los europeos antes de que pudiera hacerse un informe confiable de la producción indígena: los Esquimales que nosotros conocemos ya no cazan ballenas, los Bosquimanos han sido privados de la caza, los bosques de pinos de los Shoshoni han sido talados y sus campos de caza invadidos por el ganado9. Si estos pueblos se describen ahora en una situación de pobreza agobiante, con recursos «escasos e inseguros», ¿debe ello considerarse un indicador de su condición aborigen o de la compulsión colonial?

"Los ensayos que se presentan a continuación, sin embargo, abandonan definitivamente esta concepción capitalista e individualista del objeto económico. La “economía” se convierte en una categoría de la cultura más que de la conducta, más cercana a la política y a la religión que a la racionalidad o a la prudencia. Ya no se trata de actividades que sirvan a las necesidades individuales, sino del proceso vital esencial de la sociedad.” 

Economía de la Edad de Piedra - Marshall Sahlins.


Bohannan y Dalton, analizando los mercados en África, afirman también que en determinadas comunidades lo importante no es el propio intercambio de bienes materiales, sino todas las relaciones sociales y de parentesco que las transacciones crean, mantienen y refuerzan. Un ejemplo claro es el Kula Trobiandés que explicaba Malinowski. Otro, el Potlatch de los pueblos indios de la costa del Pacífico. Otra, las esferas de intercambio de los Tiv en Nigeria.