
Abebe Bikila, antiguo pastor de cabras, fue convocado a las olimpiadas de Roma de 1960 a última hora, por lo que llegó tarde al reparto de zapatillas. Al no encontrar unas que le quedaran cómodas, tomó una inédita decisión: correría los 42.195 metros descalzo, tal como había entrenado durante toda su vida.Cuando pasó por el obelisco de Axum, robado por la Italia fascista desde su tierra natal, Abebe apretó para llegar primero a la meta. Y así, el...