"Somos gente de las montañas. Si nos vamos a cualquier otro lugar, moriremos".
"Vedanta ha venido aquí para destruir a los dongria. Les echaremos fuera. No tienen ningún derecho a tocar nuestras montañas. No vamos a permitirlo, aunque nos cueste la cabeza"
Rajendra Vadaka, dongria kondh.
Hay un lugar donde las lluvias del monzón del verano transforman los arroyos en ríos y las montañas son veneradas como dioses. Son las colinas Niyamgiri de la India, hogar de los Dongria Kondh. En los comienzos, su dios de la montaña creó Niyamgiri como hogar de los Dongria, y según dicen ha estado cuidando de ellos desde entonces.
"Niyam rajah es nuestro dios y le veneramos. Veneramos las rocas, las colinas, nuestras casas y nuestras aldeas. La montaña es nuestro templo y nuestro dios.”
Los kondh son un pueblo adivasi (indígena) de la India. Los dongria kondh, de unos 8000 miembros, son un subgrupo de los kondh.
Se les llama dongria o habitantes de donger (“colina” en oriya) que están cubiertas de grandes bosques naturales y son hogar de muchas especies raras.
Se llaman a sí mismos jharnia que significa “los que viven al lado de los jharana (los arroyos)”. Cientos de arroyos perennes bajan de la montaña Niyamgiri y hay cientos de aldeas de los dongria kondh al lado de los arroyos.
Las creencias de los dongria se basan en el sincretismo y el animismo. Los dioses y las diosas siempre se asocian a varios fenómenos naturales, objetos, árboles, animales, etc. y existen dioses para cualquier objeto. Los más importantes son el dios de la tierra Dharani Penu, y el dios de la Montaña Niyam Rajah, el creador que sustenta a los dongria, pero también hay un dios para la calle de delante y uno para la calle de detrás de la casa, uno para la cocina, uno para el salón, uno para instrumentos... El incumplimiento de una conducta religiosa por cualquier miembro de la sociedad provoca la cólera de los espíritus en forma de falta de lluvia, arroyos que se desbordan, destrucción de los productos forestales y otras calamidades naturales. Para el control social de la comunidad y a nivel regional (Muttha) existen líderes religiosos hereditarios como el mondal (líder secular), el jani (líder religioso), el bejuni (hechicero) y el barik (mensajero).
Pero la lucha de esta comunidad no es sólo cuestión de mitología y relatos ancestrales, ya que sobreviven gracias al agua que mana en lo alto, desciende en forma de riachuelos y hace posible la subsistencia en una comarca tan árida y así, a diferencia de otros pueblos tribales de la India, los dongria kondh son muy buenos horticultures, cultivando en las colinas de Niyamgiri. Expertos medioambientales han achacado ese suministro permanente de agua a los depósitos de bauxita (mineral del aluminio) que esconden las montañas, ya que este mineral es poroso y retiene el líquido. Por eso, los dongria son los protectores de estos arroyos, colinas y selvas y mantienen intacta la cumbre porque sirve de hogar a su dios, Niyam Rajah Penu, que les proporciona la preciada agua.
"Nosotros no cultivamos en lo alto de la colina porque sostiene la vida en el resto. Si dañas el cerebro, ¿cómo va a funcionar el cuerpo?".
"Somos pobres pero autosuficientes, porque obtenemos todo lo que necesitamos de las colinas. Nos lo dan todo menos sal"
Para los dongrias, su montaña es su dios que les sustenta y les da la vida. Para Vedanta, es un depósito de bauxita de más de mil millones de dólares. Otros grupos kondhs ya padecen las consecuencias de una refinería de bauxita, construida y gestionada por Vedanta a los pies de las colinas de Niyamgiri.
"Deberíais ir a Lanjigarh y descubrir como la refinería ha transformado todo aquello. La vida es tan dura allí que las mujeres y los niños están muriendo. Ahora que la gente de allí se ha dado cuenta de lo que está pasando, está hablando de ello. Al principio, dieron la bienvenida a la empresa, pero ahora se están dando cuenta de su error porque viven como perros. Ahora se han dado cuenta de que han perdido su tierra y sus hogares para siempre."
La lucha enfrentó a los 8.000 miembros de este pueblo indígena, casi todos analfabetos, con el poder de una empresa valorada en ocho mil millones de dólares y su fundador Anil Aggarwal (célebre en este país por su origen humilde, pues durante su niñez tuvo que dedicarse a vender chatarra para sobrevivir), con una fortuna que se estima en los seis mil millones de dólares. Bloquearon las carreteras, formaron una cadena humana y organizaron numerosas manifestaciones contra la empresa. Prendieron fuego a un jeep de Vedanta que había entrado en la meseta sagrada y dos de sus líderes fueron secuestrados y apaleados antes de ser puestos en libertad, en una atmósfera de creciente violencia. Incluso representantes del pueblo pidieron ayuda al director de cine James Cameron por su similitud con su película "Avatar" "Nosotros hemos visto su película; ahora vea usted la nuestra"
“Vedanta no tiene ningún derecho a tocar nuestras montañas Niyamgiri. Incluso si cortáis nuestras gargantas, si nos cortáis nuestras cabezas, no vamos a permitirlo”
“Todas nosotras, las mujeres, iremos a la cárcel. ¿A cuanta gente pueden mantener en la cárcel?”
Finalmente, el Gobierno indio rechazó conceder la licencia medioambiental definitiva para la mina de Vedanta.
Pero la decisión de conservar a la montaña Niyamgiri intacta no fue bien recibida por todo el mundo. En Lanjigarh, el pueblo donde está la refinería, un grupo de empleados de Vedanta asegura que la economía del lugar sufrirá muchísimo. "Los dongria kondh no quieren el desarrollo simplemente porque no están educados y no saben lo que es, prefieren vivir entre los árboles"
Para Mahesh Aggarwal, que ha puesto con un socio el primer y único hotel de Lanjigarh "la industrialización debe continuar y se tiene que sacrificar algo, en este caso un poco del medio ambiente. Además no se puede vivir de los árboles". ¿Pero si no se tienen árboles? "Bueno, sí, tener oxígeno qué respirar es un problema", acepta.
Para este empresario literalmente de casta (se le ve en el apellido, Aggarwal, que curiosamente coincide con el del dueño de la minera Vedanta) "los que son todavía pobres en India lo son porque son perezosos. Al Gobierno no le importan ni el medio ambiente ni los pobres; es sólo una movida política"
El director de operaciones de Vedanta, Mukesh Kumar, añade "Tenemos un contrato con el Gobierno local para explotar 150 millones de toneladas de bauxita, así que les pediremos que mientras se resuelve el embrollo nos dejen explotar en otras partes"
Pero los dongria lo tienen muy claro: "Si Vedanta excaba las montañas el agua se secará. En los bosques de Niyamgiri hay osos, tigres, monos y jabalíes, todo tipo de animales. Vivimos todos juntos. ¿Dónde beberán los animales? ¿Y nosotros?
"Queremos estar aquí, esta es nuestra tierra. Pero nos gustaría tener algunas necesidades básicas y que los maestros vengan a dar clases", afirma el indígena dongria Guillu Magi. Rama Pusika, que a sus 22 años está estudiando un máster en negocios en la capital del Estado y es uno de los pocos dongria kondh que habla inglés y tiene estudios, dice: "Deberíamos poder continuar con nuestra cultura, pero poder ver el mundo, tener educación, porque ahora se nos está dejando morir, estamos en la oscuridad".
"Queremos estar aquí, esta es nuestra tierra. Pero nos gustaría tener algunas necesidades básicas y que los maestros vengan a dar clases", afirma el indígena dongria Guillu Magi. Rama Pusika, que a sus 22 años está estudiando un máster en negocios en la capital del Estado y es uno de los pocos dongria kondh que habla inglés y tiene estudios, dice: "Deberíamos poder continuar con nuestra cultura, pero poder ver el mundo, tener educación, porque ahora se nos está dejando morir, estamos en la oscuridad".
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